En algunos casos necesitamos remodelar la oficina, redistribuir, dividir los espacios y hacerle un lavado de cara, pero no disponemos ni de tiempo ni de dinero suficiente para realizar una reforma.
En el artículo de hoy os contamos cómo crear diferentes ambientes y remodelar tu oficina sin necesidad de meternos en obras.
Abrir espacios, manteniendo la intimidad
Las oficinas compartimentadas son cosa del pasado. Las nuevas formas de trabajo, más dinámico y participativo con el resto de compañeros, hace que las necesidades en cuanto a la distribución del espacio hayan cambiado.
Intenta abrir los espacios al máximo para fomentar el trabajo en equipo y la colaboración.
Pero está claro que también se necesitan momentos de intimidad, bien para una concentración mayor o para tratar algún tema importante, por ejemplo.
La mejor opción en este caso son las mamparas. Podemos crear despachos sin necesidad de poner ningún tabique y remodelar la oficina.

Una mampara nos proporcionará la intimidad que necesitamos en algunas ocasiones y nos ofrecerá la sensación diáfana que deseamos para nuestra oficina.
Otra opción es colocar puertas correderas que podemos mantener abiertas en el día a día y cerrarlas cuando necesitemos realizar alguna reunión.
Si lo que necesitamos es separar áreas también podemos optar por marcar esos límites con algún armario que además nos será útil para guardar documentos y material de oficina.
La iluminación, fundamental para remodelar la oficina
Aunque no lo creas, disponer de una iluminación insuficiente en la oficina hace que parezca un lugar totalmente diferente.
Adaptando la iluminación a las necesidades de la oficina, pasarás de estar en un lugar lúgubre y triste a un espacio que te parecerá lleno de vitalidad.
Lo ideal a la hora de remodelar la oficina es intentar aprovechar al máximo la luz solar.
Así que si tenéis cortinas opacas en las ventanas de la oficina hay que deshacerse de ellas y cambiarlas por alguna persiana con la que se pueda regular la luz.

También podemos poner unas más translúcidas o simplemente dejarlas sin cortinas si la luz que entra no es muy potente.
Te sorprendería el cambio que puede dar un espacio con tan solo iluminarlo bien.
Ponle color a la vida… y a las paredes
Son pequeños gestos que dan grandes resultados. De vez en cuando hay que pintar, ya que del uso y del polvo, las paredes se van ennegreciendo.
Dale una mano de pintura a las paredes, de blanco o un color claro preferiblemente, y verás que la oficina parece mucho más luminosa.
Cambia la decoración
Como decíamos en el párrafo anterior, los pequeños gestos hacen un mundo.
Si tienes un par de tristes cuadros decorando tu oficina desde hace años, jubílalos y cámbialos por otros más actuales.

Solo el cambio le dará otro aire a la oficina, además podemos poner algunos jarrones con flores artificiales que darán sensación de calidez.
Y si te haces al ánimo, puedes colocar algunas plantas naturales, no costará nada regarlas nada más llegar a la oficina y aportarán un toque de alegría.
También podemos optar por poner un vinilo decorativo en alguna de las paredes.
Remodelar la oficina no es difícil, pequeños cambios que harán que parezca otra.